domingo, 22 de febrero de 2009

Por un instante

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Si Dios me obsequiara con un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. A los hombres les probaría cuan equivocados estan al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin aber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que el sólo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muete no llega con la vejez, sinó con el olvido..........

Gabriel G. Marquez