¿Quien andará una milla conmigo
por el alegre camio de la vida?
Un camarada ágil y jovial
que se atreva a reir sin reservas
y dar rienda suelta a su fantasía
como un niño feliz, entre las festivas flores
que cubren el campo y bordean el camino
por donde él anda una milla conmigo.
¿Y quien andará una milla conmigo
por el fatigoso camino de la vida?
Un amigo que tenga ojos para ver
las estrellas que brillan sobre la vega oscura,
y el sereno reposo al final del día,
un amigo que sepa, y se atreva a decir,
las palabras de aliento que alegran el camino
por donde él anda una milla conmigo.
Con ese camarada, ese amigo,
quisiera andar hasta el final del viaje,
por el sol estival y la lluvia invernal.
Y luego, adios, nunca más nos veremos.
Henry van Dyke