martes, 13 de julio de 2010

Me gustas cuando callas
porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos,
y mi voz no te toca.
Parece que los ojos
se te hubieran volado
y parece que un beso
te cerrara la boca. Como todas las cosas
están llenas de mi alma
emerges de las cosas,
llena del alma mía.
Mariposa de sueño,
te pareces a mi alma,
y te pareces
a la palabra melancolía; Me gustas cuando callas
y estás como distante.
Y estas como quejándote,
mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos,
y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle
con el silencio tuyo. Déjame que te hable
también con tu silencio
claro como una lámpara,
simple como un anillo.
Eres como la noche,
callada y constelada.
Tu silencio es de estrella,
tan lejano y sencillo. Me gustas cuando callas
porque estás como ausente.
Distante y dolorosa
como si hubieras muerto.
Una palabra entonces,
una sonrisa bastan.
Y estoy alegre,
alegre de que no sea cierto